Ella era la única a quien le faltaba su cojín-manta. Como la conozco y no quería meter la pata, le pregunté como lo quería y después de mucho deliberar escogió una muestra de tapicería, que le hacía juego en su salón, con el resto de cojines, que era donde lo iba a poner.
Como la tela es gruesa y ya de por si los motivos son suficientes como adornos, no le hice nada más.
De cerca se puede apreciar mejor, las diferentes texturas de la tela.
Aunque con el calor que hemos tenido estos días, da un poco de repelús la manta, su tacto es de lo más agradable.
También le hice como sorpresa, una bonita cesta donde guardar las trabas o pinzas de ropa. Sobre un fondo natural, diseñé una casita y árbol, de donde van tendidas la ropa a lo largo, con aplicaciones a festón.
Aquí se ve antes del montaje final., la foto es con móvil, perdonen la calidad.
Aquí ya terminada.
Vamos a verla por partes. La casita con su tejado floreado, el vestido con su cinto bordado a cadeneta, la blusa con su puntilla.
La ropa interior femenina, con su lacito , el cinto del pantalón vaquero bordado.
Detalle del botón de madera, en forma de regadera., con el que riega las florecillas del jardín, a punto de nudo.
Y por último la ropa interior masculina, prendida toda ella de un cordón blanco, atada entre la casa y un árbol, cuyos frutos son corazones.
Las pinzas son trocitos de fieltro.
Y como forro, una cálida tela de florecillas.
Creo que fue todo de su agrado, hasta me comentó que le daba pena darle a la cesta ese uso.
Como siempre está hecho con todo el cariño que puedo y haciendolo todo pensando en sus gustos y necesidades.
Gracias a todas las que dejan aquí sus cariñosos comentarios. Besitos canarios.
