De nuevo les traigo un cuadro a punto de cruz.
Tengo una amiga, a la cual le encanta hacerlo, pero como es impaciente y tiene escaso tiempo, una vez lo empieza, quiere verlo acabado y es entonces, cuando acude a mi para que lo termine.
Y con este cuadro pasó lo de siempre, así que menos unos 5cm de la parte superior, el resto lo hice yo.
Se trata de una niña bebiendo de una taza, sentada sobre un taburete de madera y rodeada de juguetes.
Aquí se puede ver de cerca, los rizos alborotados y la cantidad de azules que lleva el fondo.
Y en esta, los muñecos que hay a sus pies, como el oso, la muñeca y el balón por detrás.
No hace falta que diga, la cantidad de horas que lleva acabarlo. Pero como ya sabéis, salsa con gusto no pica, y a mi me encanta hacerlo.
El frío se resiste a dejarnos, pero es un gusto inusual, ver nuestras cumbres nevadas.
Hasta la próxima semana amores. Besitos canarios.
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